Desde que CC.OO. decidió no seguir con la farsa de negociación, que se estaba llevando a cabo en el convenio colectivo de Grandes almacenes, han pasado dos largos meses. En este tiempo nada se sabe de la negociación y la patronal anda “desaparecida” sin ningún interés en retomar las reuniones, ya que mientras estemos así, el poco o mucho incremento salarial que nos correspondería, lo tienen las empresas rentando suculentos intereses bancarios.
Repetir las obscenas pretensiones que la patronal quiere aplicarnos en este convenio, no nos parece oportuno, ya que esa es su estrategia: que se hable de sus propuestas y se olviden las de los trabajadores.
Es vergonzosa la situación y patética la actitud de los mal llamados sindicatos que controlan la representación sindical en el sector, que siguen anclados en el “tancredismo” más absoluto, viéndolas venir y sin preocuparse lo más mínimo por los trabajadores y trabajadoras del sector, actitud totalmente lógica dada la dependencia jerárquica absoluta de la patronal y el “pasotismo”, que raya en la resignación cristiana, de la mayoría de los trabajadores.
Los trabajadores de sector en general y de El Corte Inglés en particular, deben saber que los convenios colectivos se empiezan a negociar cuando cada cuatro año se mete el voto en las urnas en las elecciones sindicales y se regala la representación de los trabajadores a las empresas, a través de sus departamentos sindicales amarillos.
Es en ese momento cuando los trabajadores y trabajadoras debemos organizarnos en torno a los sindicatos de clase, de los cuales CC.OO. es la mejor opción, para avanzar en derechos y condiciones de vida y trabajo, y cambiar esta nefasta situación.
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