"Realmente increíble. A ver si lo he entendido, si solo tengo dos días de alta actividad a la semana, nunca consecutivos. Si trabajo más cuando estoy de tarde (¿?) que de mañana y hago más ¿minutos? cuando trabajo 8 horas (¿cuantos más? Cinco, diez, veinte, ¿cuantos minutos más hay que trabajar?) ¡Entonces se reduce el número de horarios ampliados!
De verdad, sois patéticos. Pero, ¡nos habéis tomado por tontos!
Para empezar, no creo que sean necesarios lo horarios ampliados. Vosotros mismos reconocéis que muchos de ellos se ponen de relleno. ¡Vamos, por joder! No se como tenéis la desvergüenza de hacer el mas mínimo comentario a cerca de la necesidad o no de los horarios ampliados. Os recuerdo que sois firmantes del convenio.
Y, en cuanto a la dificultad de gestión por parte de nuestros jefes, me parece que la formula que proponéis facilita que es una barbaridad, esta circunstancia. Me veo a todos los jefes sumando y restando minutos, como locos, a las jornadas de sus trabajadores. Creo que cuando hayan leído vuestro comunicado, por llamarle algo, habrán dado saltos de alegría.
Por favor, dedicaros a otra cosa. En este caso los trabajadores de Preciados os lo agradecerán y los del resto de la organización también.
Por cierto, abandonad también esa actitud paternalista, esa candidez mojil mas digna de una pandilla de niñatos adolescentes que del pretendido sindicato que intentáis ser, sin mucho éxito, por cierto."
N.R. Agradecemos la participación de los trabajadores en este blog que es de todos.
¿Sabéis una cosa? Desgraciadamente, tal y como dice un profesor de Derecho Laboral, estamos dejándonos quitar aquellos derechos que tanta sangre y sudor les costaron conseguir a nuestros antepasados de hace algún tiempo o nuestros familiares directos en algunos casos más cercanos. El problema es que dentro de poco no existirá el Derecho del Trabajo, no habrá derechos de los trabajadores, volveremos a lo que había a finales del siglo XVIII y todo será trabajar mucho más y cobrar mucho menos. ¿La culpa quién la tiene? Los empresarios, por supuesto, por querer machacar y exprimir al máximo a sus trabajadores a cambio de cobrar por debajo del crecimiento del IPC o incluso menos. Por otro lado, los ciudadanos-trabajadores, así como los jubilados y los parados, porque consentimos que se haga con nosotros lo que les da la gana, tanto a la patronal como al Gobierno y resto de agentes sociales. Cada uno que se meta la mano en el pecho. Por suerte o por desgracia, lo que opino modestamente, es que los Sindicatos los componen las personas que están dando la cara en su momento por sus compañeros y no unas siglas.
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