Desde el año 1978 la actual Constitución Española, que se aprobó en referéndum, no había sufrido hasta ahora modificación alguna. Ningún iluminado presidente de gobierno se había atrevido a promover ninguna iniciativa en este sentido. ¡Y motivos sí que han existido para poder hacerlo!
He aquí que el iluminado zp, bajo los hilos conductores de la ultraconservadora canciller alemana, se plantea con urgencia superlativa modificar nuestra Constitución para satisfacer a esos malditos e insaciables mercaderes financieros de la especulación, que lo único que van buscando es tener a toda la población mundial, incluidos sus gobiernos, bajo el yugo de su opresión.
También es curioso comprobar como al PP, con su líder a la cabeza, le ha faltado tiempo para aceptar esta reforma sin poner un solo inconveniente, después de llevar tres años y medio insultando, mintiendo y machacando sistemáticamente al gobierno ¿socialista?
Esta es la clase política mayoritaria que existe en este país. Cuando les interesa se unen para defender los intereses de los grandes poderes económicos y financieros, a espaldas de la realidad cotidiana de los habitantes de esta nación que son a los que deberían representar y defender, ¡que para eso les eligieron!
Cierto es, que la situación es preocupante, incierta, dramática para muchos, pero desde luego las decisiones que este gobierno ha tomado desde hace año y medio, no han servido para mejorar las perspectivas económicas de este país, más bien parece lo contrario: aumenta sin cesar el paro, sigue reduciéndose el consumo de la población, miles de familias se ven en la calle por no poder pagar a las entidades financieras las “magnificas” hipotecas que les ofrecieron en su momento, el poco trabajo que se oferta se hace en condiciones leoninas y primando la temporalidad, los derechos de la clase trabajadora están siendo pisoteados inexorablemente por una clase empresarial arcaica e insaciable, los ciudadanos estamos observando como servicios esenciales de la sociedad, como son la educación y la sanidad, están siendo expoliados, y todo esto sin ningún tipo de contrapartida por parte de los que realmente provocaron esta situación.
La salida de esta crisis nunca debería pasar por aniquilar los avances conseguidos en el estado de bienestar, nunca debería pasar por reducir los derechos de los trabajadores, jamás debería cerrarse sin un coste para los especuladores financieros y para una clase política inepta y vendida a los intereses de estos últimos.
Por tanto, nosotros no necesitamos esta reforma de la Constitución, que viene a gravar más un estado de bienestar ya de por sí maltrecho, limitando las políticas sociales de los futuros gobiernos y que beneficia únicamente a aquellos que han logrado imponer su ideología en una Constitución que fue aprobada por la mayoría del pueblo español.
Por todo ello, estamos en contra de esta reforma de la Constitución y exigimos que el pueblo opine sobre ella ¡REFERENDUM YA!
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