¿Sabes que recientemente la dirección de El Corte Inglés ha despedido a un trabajador en Zaragoza padre de dos niñas de 3 y 6 años?
El CORTE INGLÉS ha destacado siempre por el desprecio más absoluto de los derechos de sus trabajadores y trabajadoras.
Así es el Corte Inglés en general y el centro de Sagasta en Zaragoza en particular. Lejos de aplicar medidas formativas, de recursos humanos o comerciales innovadoras y con futuro, están hiriendo de muerte a su valor más preciado; sus trabajadores.
Son ellos, sus trabajadores los que le han llevado a la situación líder del mercado que ostentan pero su trato para con ellos a cada segundo es más miserable.
El CORTE INGLÉS ha destacado siempre por el desprecio más absoluto de los derechos de sus trabajadores y trabajadoras.
Así es el Corte Inglés en general y el centro de Sagasta en Zaragoza en particular. Lejos de aplicar medidas formativas, de recursos humanos o comerciales innovadoras y con futuro, están hiriendo de muerte a su valor más preciado; sus trabajadores.
Son ellos, sus trabajadores los que le han llevado a la situación líder del mercado que ostentan pero su trato para con ellos a cada segundo es más miserable.
El abuso de poder y la codicia desmedida son un mal binomio para nuestra sociedad, y por supuesto en un lugar de trabajo. Es ilegal, genera odio y pobreza moral, haciendo incontrolable el convivir sano en nuestro día a día. El miedo y la represión no deberían de pertenecer a un mundo laboral pero en algunas empresas ancladas en el pasado se trata del pan nuestro de cada día.
RECUERDA, cada vez que compras, detrás de la sonrisa amable de quien le ayuda hay un trabajador viviendo el desprecio del El Corte Inglés, una fachada de elegancia tras una mano que golpea con dureza las ilusiones y proyectos de muchas familias que dependen de su trabajo. Un padre de dos niñas ya no podrá trabajar por el capricho egoísta de una empresa.
¡BASTA DE REPRESIÓN!
¡NI UN DESPIDOS MÁS!
¡ALBERTO READMISIÓN!
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