martes, 27 de enero de 2009

Otro comentario muy oportuno...

No nos duelen prendas, hay comentaristas, como el que ha escrito lo que reproducimos más abajo, que merecen primera línea editorial, por lo equilibrado y cierto de sus opiniones. Seguiremos dando este tratamiento a todas las opiniones que merezcan la pena.

Comentario a "El Corte Inglés y su retrograda política laboral":

Me sorprende que ECI sea tan generoso en unas cosas y tan avaro en otras. En particular con los empleados.

Es avaro en sueldos, es avaro en mejoras sociales, es avaro en confianza, es avaro en oportunidades ....
Es generoso en roturas, es generoso en reclamaciones de clientes bordes, es generoso con FASGA ( con FETICO no tanto ), es generoso con los directivos ....

Así las cosas, creo que hay un problema de gestión. Tanto económica ( no me incumbe ) como de recursos humanos ( que si me afecta ). No entiendo, por ejemplo, el centralismo absoluto en la gestión de compras y la creación de núcleos de poder regionales - con un director regional y un jefe de personal regional - que actúan a modo de reinos de taifas dentro de la organización.

Desde la puesta en marcha de estas cúpulas omnipotentes han caído en picado las condiciones laborales de casi toda la plantilla en casi toda España. Digo en casi toda porque todavía queda un reducto en el País Vasco con el que no se atreven ¿ Por qué ? Imagino que por la amenaza de ETA, claro, pero también por la actividad sindical vinculada al Abertzalismo y que no se anda con tonterías. Así mismo, las condiciones laborales en Lisboa y Oporto son diferentes y, por lo que me cuentan, mejores. Será cosa de las relaciones internacionales.

¿ Será posible que la Empresa sólo responda, como el burro, a la voluntad del palo ? ¿ Será posible que en España, dónde la plantilla es sacrificada y muy bovina, ECI se comporte como con los clientes educados: "Lo sentimos pero no procede el abono" ? ( Con los bordes, vale todo )

Aquí, atando cabos, se impone una apertura sindical sin contemplaciones y la implicación de la plantilla. 100.000 trabajadores no es una fuerza desdeñable. Y no se trata de hacer revoluciones en tiempos de crisis. NO. Es ponerse en Europa en el siglo XXI y pedirle a la Empresa que revise su gestión del personal. Es pedirle a la Empresa que unifique criterios en España para toda la plantilla, que limite el poder del que disfrutan actualmente las direcciones regionales y que impiden el funcionamiento normal de las relaciones trabajador-empresa ya que falta algo tan normal como un mecanismo ( independiente y con poder suficiente ) de supervisión y control al que pueda recurrir el trabajador o sus representantes sin suicidarse en su región.

Es pedirle a la empresa que reconozca la realidad laboral, que reconozca la labor del personal de los distintos departamentos asumiendo que son los propios vendedores quienes realizan la gestión de los mismos. Vale para las cajeras, los reponedores, los perecederos ... en general, la plantilla está suficientemente preparada y es lo bastante responsable para funcionar con autonomía haya o no jefes delante. Hace falta menos palo y mas motivación y confianza. La empresa tiene que recuperar y poner en valor la fuerza de su plantilla.

Así mismo, la plantilla tiene que ser consciente de su propio poder, tiene que saber asociarse sin miedos y sin complejos, tiene que saber pedir lo que considere razonable, tiene que dar en la medida de lo que recibe, no más; tiene que aprender a ser solidaria y tiene que abandonar esa sumisión perpetua a FASGA, la principal tenaza que impide la modernización de la empresa. No basta murmurar por las esquinas.Hay que mentalizarse de que somos la única fuerza productiva de la empresa, somos su gran activo y de nosotros depende, a fin de cuentas, que las cosas vayan más o menos bien. Los empleados parece que hemos perdido nuestra propia autoestima en gran medida porque la empresa ha adoptado prácticas encaminadas hacia esa ¿ estrategia ?

Prefiero un empleado responsable, con capacidad de opinar y bien motivado a la legión de frustrados que se van quedando en la cuneta hundidos porque después de haber hecho miles de horas, de haber callado miles de injusticias ( propias y ajenas ), de haber prestado miles de pitillos por el morro ( y otras cosas ) al mando de turno ... ven que nunca llegan a jefes, aspiración en la que habían centrado todas sus ambiciones y esfuerzos.
¡ Tontos ! Les diría yo. No tenemos firma pero el peso de esta empresa cae repartido sobre nuestras 100.000 espaldas y no sobre las de cuatro gerentes de planta. Soy un trabajador, hago bien mi trabajo y estoy orgulloso de ello. Sólo falta que la empresa se entere.

Es una postura individual y es algo a lo que tiene que llegar cada uno sin miedo. No hay que echarle la culpa al sistema ni al sindicato ( FASGA no es un sindicato, pero se lleva casi toda la afiliación ). Cuándo tú sepas lo que vales y tú y tú y el otro también, a la empresa no le quedará más remedio que enterarse. Este individualismo cagón ( lejos del supuesto perfil competitivo) tiene que ser la plantilla la misma quién lo rompa. Si esto se consigue algún día ( conseguir la autocrítica, la automotivación, la autoestima ) negociar convenios para mejor será una tarea fácil ya que los puntos a negociar serán un clamor y no un secreto bien guardado por y para los de siempre.

Empleado: ¿ Tú que haces para tí mismo ? recuerda que el compañero que se sienta a negociar un convenio también paga hipoteca y si no está absolutamente respaldado por una plantilla dispuesta a todo, por sólo 5€ de cuota al mes ( y ningún otro compromiso´) poco más se puede hacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario