Iñaki Piñuel, en su libro titulado "Neomanagement. Jefes tóxicos y sus víctimas" afirma que, a su juicio, hay jefes que no sólo no ayudan, ni estimulan, ni coordinan, ni alientan a los subordinados sino que los envenenan, los destruyen, los humillan y los "carbonizan". Otros autores autorizados afirman que «Un superior malo acorta la esperanza de vida en 10 años» (fumar la acorta en unos 5).
De estos especímenes tenemos en El Corte Inglés gran cantidad (que no todos), ya que de siempre, ha primado en la empresa para los ascensos, la total disposición y la habilidad de “manejo de látigo”, en detrimento de la profesionalidad y los conocimientos en dirigir grupos de trabajo.
Con estos antecedentes, muy a menudo nos encontramos con actuaciones como la que tuvo en la tarde del pasado 18 de febrero el "señor" gerente de la Planta Baja de Preciados en presencia de clientes, trabajadores y la Comisión de Vacaciones (formada en ese momento por 5 representantes sindicales), montó en cólera cual feroz tiranuelo y la emprendió a insultos y comentarios despectivos contra una trabajadora que había “osado” pedir a la Comisión de Vacaciones que comprobaran la corrección del sistema de elección en su departamento, ya que se acababa de incorporar de una baja.
No es la primera vez que las fobias de este individuo se manifiestan de forma agresiva y despectiva contra la misma trabajadora y otras compañeras, sin reparar en el bochornoso espectáculo que da a la vez que pone en evidencia su limitada preparación para el cargo y su manifiesta mala educación.
Nos consta a todos, que no es el único alto mando y accionista de la Empresa que utiliza su responsabilidad jerárquica para faltar el respeto gritando e insultando como un energúmeno en medio de una planta, aunque realmente hasta ahora nunca se había producido tal espectáculo en ausencia de la víctima y en presencia de 5 representantes sindicales, además de los clientes y trabajadores del departamento.
CC.OO., a través de un escrito, puso en conocimiento de la Dirección de Personal este comportamiento tipificado en los puntos 9 y 16 del artículo 64 del Convenio Colectivo como FALTA MUY GRAVE, obteniendo una semana después la respuesta verbal y lacónica, por parte del señor García Gálvez de que “aún se está estudiando, pero no es probable que se tome ninguna decisión”.
Ya sabemos a dónde llegan invariablemente los “estudios” de la Dirección de Personal cuando se producen quejas verbales y/o escritas sobre comportamientos de acoso o abusos de cualquier tipo por parte de sus “coleguitas” en la jefatura o el accionariado de El Corte Inglés; como mucho llegan a disculparle alegando que “tienen mucho carácter” o “que perdió los nervios”, sin aplicar nunca el régimen de faltas y sanciones que es lo que realmente cortaría esas nefastas prácticas.
Quienes hacen la vista gorda ante los insultos y vejaciones a los trabajadores por parte de los tiranuelos como el que hoy nos ocupa, y que con su cómplice actitud fomentan directa e indirectamente esos comportamientos, no dejan de aplicar con extremo e injusto rigor sus paranoias represivas sobre trabajadores (que no han hecho otra cosa que cumplir honestamente con su trabajo y ejercer sus derechos), con el ánimo de perpetuar el clima de miedo que tan útil les resulta para mejor explotar a los trabajadores.
Con toda seguridad, más pronto que tarde, veremos a estos “Mandos Tóxicos” en los banquillos de los juzgados y en las colas del paro.
De estos especímenes tenemos en El Corte Inglés gran cantidad (que no todos), ya que de siempre, ha primado en la empresa para los ascensos, la total disposición y la habilidad de “manejo de látigo”, en detrimento de la profesionalidad y los conocimientos en dirigir grupos de trabajo.
Con estos antecedentes, muy a menudo nos encontramos con actuaciones como la que tuvo en la tarde del pasado 18 de febrero el "señor" gerente de la Planta Baja de Preciados en presencia de clientes, trabajadores y la Comisión de Vacaciones (formada en ese momento por 5 representantes sindicales), montó en cólera cual feroz tiranuelo y la emprendió a insultos y comentarios despectivos contra una trabajadora que había “osado” pedir a la Comisión de Vacaciones que comprobaran la corrección del sistema de elección en su departamento, ya que se acababa de incorporar de una baja.
No es la primera vez que las fobias de este individuo se manifiestan de forma agresiva y despectiva contra la misma trabajadora y otras compañeras, sin reparar en el bochornoso espectáculo que da a la vez que pone en evidencia su limitada preparación para el cargo y su manifiesta mala educación.
Nos consta a todos, que no es el único alto mando y accionista de la Empresa que utiliza su responsabilidad jerárquica para faltar el respeto gritando e insultando como un energúmeno en medio de una planta, aunque realmente hasta ahora nunca se había producido tal espectáculo en ausencia de la víctima y en presencia de 5 representantes sindicales, además de los clientes y trabajadores del departamento.
CC.OO., a través de un escrito, puso en conocimiento de la Dirección de Personal este comportamiento tipificado en los puntos 9 y 16 del artículo 64 del Convenio Colectivo como FALTA MUY GRAVE, obteniendo una semana después la respuesta verbal y lacónica, por parte del señor García Gálvez de que “aún se está estudiando, pero no es probable que se tome ninguna decisión”.
Ya sabemos a dónde llegan invariablemente los “estudios” de la Dirección de Personal cuando se producen quejas verbales y/o escritas sobre comportamientos de acoso o abusos de cualquier tipo por parte de sus “coleguitas” en la jefatura o el accionariado de El Corte Inglés; como mucho llegan a disculparle alegando que “tienen mucho carácter” o “que perdió los nervios”, sin aplicar nunca el régimen de faltas y sanciones que es lo que realmente cortaría esas nefastas prácticas.
Quienes hacen la vista gorda ante los insultos y vejaciones a los trabajadores por parte de los tiranuelos como el que hoy nos ocupa, y que con su cómplice actitud fomentan directa e indirectamente esos comportamientos, no dejan de aplicar con extremo e injusto rigor sus paranoias represivas sobre trabajadores (que no han hecho otra cosa que cumplir honestamente con su trabajo y ejercer sus derechos), con el ánimo de perpetuar el clima de miedo que tan útil les resulta para mejor explotar a los trabajadores.
Con toda seguridad, más pronto que tarde, veremos a estos “Mandos Tóxicos” en los banquillos de los juzgados y en las colas del paro.
En estos últimos tiempos se habla mucho, dentro y fuera, de la posibilidad de un ERE en "El Corte Inglés". Siguiendo la política tradicional de oscurantismo que practica Recursos Humanos, ni se desmienten ni se confirman. Interesan el miedo y la incertidumbre para mantener calladita y sosegada a la masa trabajadora ECI al tiempo que, solapadamente, se va limando la plantilla para que unos pocos hagan el mismo trabajo que antes.
ResponderEliminar¡ Qué burros son !
Una empresa como esta, que vive de su imagen y que se gasta una pasta para "mentenella y consolidalla", desdeña la oportunidad que le brinda la actual situación. Os imaginais, compañer@s, a Isidoro Alvarez, pastor supremo del Corte, haciendo un discurso constructivo del tipo: " La realidad económica mundial muestra algún aspecto preocupante, pero EL Corte Inglés velará - ante todo - por mantener la estabilidad laboral de su plantilla.
Tenemos recursos suficientes para capear el temporal y no defraudar la confianza ni de nuestros empleados ni de nuestros clientes ... "
¡¡¡ GOOONGGG !!! ( Aquí, típico sonido de percusión tibetana ). Publicidad positiva gratuita y, posiblemente, solidaria subida en las ventas al día siguiente.
Pero no, les gusta más asentarse en el discurso victimista y aprovecharse de la situación a la baja. La verdad, tanto asesor, tanto FASGO y tanto FETICO, tanto director y tanto gerente para nada. No son capaces de aportar nada novedoso y se regodean en el anquilosamiento de una estructura que acabarán por dejar caducar en el estante.
Los gestores de este negocio se parecen a esos viejos coleccionistas que, de vez en cuándo miran su pieza más preciada con embeleso y no se atreven a tocarla ni para sacudirle el polvo.
Yo no creo en una crisis de nuestra empresa ¿ sabeis por qué ?: Porque la empresa soy yo. Isidoro es el dueño, pero somos los trabajadores los que definimos y aportamos los beneficios y cualquiera de nosotros sabe y puede vender lo que sea y como sea. Sabemos hacer nuestro trabajo siempre y cuando Isidoro, los Areces y su jefatura nos dejen hacerlo. Los discursos ambigüos y lacrimógenos sólo demuestran avidez para sacar mucho beneficio de una situación de crisis.
Cuándo Isidoro nos diga ( Huy, sueño, nos hace creer que valemos tan poco, que dudo si alguna vez nos dirá algo ) que el negocio va mal porque sólo se va a embolsar 500.000€ de sueldo anual y no puede pagar el seguro del Jaguar, entonces me creeré compungido que hay que echar el cierre. ¡ Vamos, vamos !
Alguna vez habrá que asumir que toca repartir y no apretar la soga al cuello de los que, con mucha dedicación y a cambio de bien poco, contribuimos año a año a hacerlos(as) un mucho más ricos. Si no es así, les vale la pena dejar de gastar la millonada en publicidad y asumir que somos una empresilla del montón en la que mandan una saca de explotadores tan poco dignos de la confianza de los trabajadores como de los clientes.
La cúpula tendría que acostumbrarse a hablar claro, algo imposible mientras se siga buscando el perfil " responsable " entre la plantilla más bizcochable y no la más competente, mientras se mantengan ( a base de millones que no se lloran ) unos sindicatos pasteleros que no transmiten ni una sola de las inquietudes de la plantilla ( sólo chismorreos y soplapolleces ) y una jefatura de personal que en ningún caso hace la adecuada y transparente gestión de recursos humanos que se estudia en todos los cursos de relaciones laborales ( a los que asisten asiduamente tanto FASGOS como FETICOS, gracias a los impuestos de todos y, al aprecer, con poco aprovechamiento ).
Así si que hay y habrá crisis, pero de valores empresariales y humanos.
Un saludo: Rachmaninov.