El pasado jueves 19 de noviembre, tuvo lugar en la Audiencia Nacional en Madrid, el juicio por la demanda de CC OO contra El Corte Inglés, el Comité Intercentros, fasga y fetico, por la aplicación del artículo 41 del Estatuto en base al cual nos han modificado los horarios.
Basamos la demanda en que no existen causas económicas y productivas que justifiquen estos cambios, así como tampoco la exigencia de cumplir el criterio jurisprudencial del T. Supremo sobre el descanso semanal, puesto que la empresa solo dio datos de carácter general y abstractos para hacer una desregularización de la jornada brutal: con ampliaciones de horario de tres o cuatro horas -cuando el convenio fija un máximo de una hora por encima de la jornada habitual-, y transformando jornadas continuadas de cinco o seis horas, en otras de nueve o diez (con descanso de una), lo que de hecho las convierte en jornadas partidas. En que mente cabe que de las 10 de la mañana hasta las 8 de la noche, con una hora de descanso, lo llamen jornada intensiva…de mañana.
Ese acuerdo también vulnera los principios de condición más beneficiosa que se recogen en el Estatuto de los Trabajadores y en la Constitución, siendo asimismo discriminatorio porque no afecta a los 9.000 mandos, a quienes se les mantiene su actual régimen horario y no les aplican la jurisprudencia del T Supremo sobre descansos, mientras que a otros compañeros y compañeras a quienes no afecta esa jurisprudencia, sí se les modifica.
Al juicio, al que acudimos delegados y delegadas de CC OO de todo el estado fue largo (más de tres horas), y en él, Comisiones Obreras pudimos hablar lo que no se nos dejó en el Intercentros durante la negociación, y aunque el acuerdo de modificación debería haberse producido por unanimidad, el juez reconoció que el 90% de la representación amarillo-empresarial es muy significativa y concluyente, observando que no existen causas económicas y productivas, pero entendiendo que podría haberlas organizativas.
El argumento de fasga y fetico fue el de siempre: que si CC OO firmaba expedientes aquí o allá…, ante lo que el juez los mandó callar y que se centraran única y exclusivamente sobre lo que se estaba debatiendo: El Corte Inglés y sus horarios. Ante ello fasga manisfestó, entre otras perlas, que ya iba siendo hora de que los trabajadores de El Corte Inglés se sacrificaran por la empresa –sin comentarios; sobre todo viendo en sus tablones de anuncios, la oferta a su afiliación de descuentos en toda la gama BMW, que ya nos dirán con qué los van a comprar y a qué horas podrán conducirlos. Claro que la perla de fetico fue del estilo al insinuar que había consultado a sus afiliados.
El peso legal que la amplísima mayoría que estos mindundis tienen en el comité intercentros hace que el tema esté muy difícil, pero no perdemos la esperanza, ya que la defensa que hizo nuestro gabinete jurídico fue amplia, brillante y muy bien argumentada.
Está claro que la intoxicación y la mentira en esta empresa parecen pesar más que la honradez y la verdad, puesto que se nos recrimina no hacer lo suficiente, o directamente se nos acusa de ser los responsables de la situación, mientras quienes son los culpables de firmar esos acuerdos, sin pedir opinión ni consultar a nadie, seguirán ostentando la “mayoría legal” con el apoyo electoral y de afiliación que se les da, a no ser que corrijamos, entre todos y en las próximas elecciones sindicales, las relaciones laborales en El Corte Inglés.
Esta gente, a quienes se les llena la boca de “MAYORÍA”, la consiguieron en unas elecciones y con un programa electoral, que desde luego no contemplaba el que fuéramos sacrificados en beneficio de la dirección de la empresa.
Basamos la demanda en que no existen causas económicas y productivas que justifiquen estos cambios, así como tampoco la exigencia de cumplir el criterio jurisprudencial del T. Supremo sobre el descanso semanal, puesto que la empresa solo dio datos de carácter general y abstractos para hacer una desregularización de la jornada brutal: con ampliaciones de horario de tres o cuatro horas -cuando el convenio fija un máximo de una hora por encima de la jornada habitual-, y transformando jornadas continuadas de cinco o seis horas, en otras de nueve o diez (con descanso de una), lo que de hecho las convierte en jornadas partidas. En que mente cabe que de las 10 de la mañana hasta las 8 de la noche, con una hora de descanso, lo llamen jornada intensiva…de mañana.
Ese acuerdo también vulnera los principios de condición más beneficiosa que se recogen en el Estatuto de los Trabajadores y en la Constitución, siendo asimismo discriminatorio porque no afecta a los 9.000 mandos, a quienes se les mantiene su actual régimen horario y no les aplican la jurisprudencia del T Supremo sobre descansos, mientras que a otros compañeros y compañeras a quienes no afecta esa jurisprudencia, sí se les modifica.
Al juicio, al que acudimos delegados y delegadas de CC OO de todo el estado fue largo (más de tres horas), y en él, Comisiones Obreras pudimos hablar lo que no se nos dejó en el Intercentros durante la negociación, y aunque el acuerdo de modificación debería haberse producido por unanimidad, el juez reconoció que el 90% de la representación amarillo-empresarial es muy significativa y concluyente, observando que no existen causas económicas y productivas, pero entendiendo que podría haberlas organizativas.
El argumento de fasga y fetico fue el de siempre: que si CC OO firmaba expedientes aquí o allá…, ante lo que el juez los mandó callar y que se centraran única y exclusivamente sobre lo que se estaba debatiendo: El Corte Inglés y sus horarios. Ante ello fasga manisfestó, entre otras perlas, que ya iba siendo hora de que los trabajadores de El Corte Inglés se sacrificaran por la empresa –sin comentarios; sobre todo viendo en sus tablones de anuncios, la oferta a su afiliación de descuentos en toda la gama BMW, que ya nos dirán con qué los van a comprar y a qué horas podrán conducirlos. Claro que la perla de fetico fue del estilo al insinuar que había consultado a sus afiliados.
El peso legal que la amplísima mayoría que estos mindundis tienen en el comité intercentros hace que el tema esté muy difícil, pero no perdemos la esperanza, ya que la defensa que hizo nuestro gabinete jurídico fue amplia, brillante y muy bien argumentada.
Está claro que la intoxicación y la mentira en esta empresa parecen pesar más que la honradez y la verdad, puesto que se nos recrimina no hacer lo suficiente, o directamente se nos acusa de ser los responsables de la situación, mientras quienes son los culpables de firmar esos acuerdos, sin pedir opinión ni consultar a nadie, seguirán ostentando la “mayoría legal” con el apoyo electoral y de afiliación que se les da, a no ser que corrijamos, entre todos y en las próximas elecciones sindicales, las relaciones laborales en El Corte Inglés.
Esta gente, a quienes se les llena la boca de “MAYORÍA”, la consiguieron en unas elecciones y con un programa electoral, que desde luego no contemplaba el que fuéramos sacrificados en beneficio de la dirección de la empresa.
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